La seba (Cymodocea nodosa) es una angiosperma marina cuyas praderas forman un ecosistema complejo que juega un papel esencial para el bentos costero, contribuyendo a la productividad marina global. Está muy condicionada por la hidrodinámica de la zona donde se encuentra, siendo muy sensible a la contaminación. La distribución y abundancia de estas angiospermas marinas ha descendido en el último siglo, siendo la disminución de la calidad de las aguas su principal amenaza. En algunas zonas, las praderas han desaparecido, y lo que quedan son restos aislados en forma de pequeños parches, impidiendo su reproducción sexual, disminuyendo su variabilidad genética y provocando su desaparición. La seba se considera una especie amenazada y ha sido incluida en los listados y anexos de diferentes convenios y acuerdos internacionales, entre los que destaca el Convenio sobre la protección del medio marino del Atlántico nordeste (Convenio OSPAR). La población atlántica de la seba tiene gran importancia a nivel regional en el ámbito del Convenio de OSPAR, ya que se encuentra únicamente en España y Portugal. Hydrosphere ha dado apoyo al Ministerio para la Transición Ecológica y el reto Demográfico participado en el seguimiento y la evaluación de su estado, recopilando y analizando información científica sobre las poblaciones de seba y las presiones en las regiones OSPAR donde está presente, así como la efectividad de las medidas y acciones adoptadas.